Publicado en CREDITOS (ECTS), EVALUACION CONTINUA, EXAMEN, PSICOLOGIA, UNED, UOC

UNED 0 – 1 UOC

Si vives fuera de España, eres un culete de mal asiento como en mi caso, y sabes que no eres capaz de permanecer mucho tiempo en un mismo país, no es fácil tomar la decisión de estudiar una carrera, ya que solo te queda la opción on-line. Estudiar por tu cuenta es difícil porque no se parece en nada a la situación que viviste cuando empezaste tu primera licenciatura. Cuando tienes dieciocho años y aterrizas en la facultad, tu único trabajo es estudiar duro durante cinco años. Es cierto que no todo el mundo puede dedicarse en
exclusiva a estudiar, pero en mi caso, gracias al gran apoyo y sacrificio de mis padres, solo tuve que preocuparme por sacar buenas notas. Pero ahora todo es muy diferente. Tienes un trabajo a jornada completa; tres niños que tienen la mala costumbre de desayunar, comer y cenar todos los días; que además son los más limpios del mundo mundial, no soportan la idea de repetir chándal dos días seguidos y piensan que colgar la ropa es una pérdida de tiempo cuando se puede echar directamente al cubo de la ropa sucia; tienes una intensa vida social de cumpleaños infantiles, sleep-overs, vennegrupes, niños ajenos que encuentras por casa, divertidas reuniones de padres, todo ello elevado al cubo; salidas sociales con tus compis de trabajo, total un mínimo de ocho horas al día no es suficiente para que disfrutemos de nuestra mutua compañía; una hermosa casa de tres plantas que acumula pelusas de tal tamaño que te plantan cara y te amenazan con cambiar la cerradura en plan okupa… En resumen, tu vida dista mucho de ser la alocada y despreocupada existencia de un joven de dieciocho años. Con esto quiero resaltar que el poco tiempo libre que te puede quedar, es decir de 5 a 6.30 de la mañana debes usarlo para hacer la evaluación continua, los apuntes y estudiar. Así que olvídate del gym, de la peluquería (yo de la manicura no, que me muero sin ella), de cafelitos con las amigas, de salir de compras o de tirarte tan ricamente en el sofá a ver tu novela favorita. Te vas a convertir en una mujer a una agenda pegada para que no se te olviden los millones de cosas que tienes que hacer y tu vida será  una carrera contra reloj, en la que siempre gana el dichoso TIC-TAC.

Si aun así sientes que la pinza se te ha ido y te das cuenta que ya no la vas a recuperar, lo mejor es asumirlo y lanzarte a la piscina, a ser posible llena de agua para evitar chichones. Y aquí empieza el primer gran escollo: ¿qué universidad elijo?. Puedes hacer una intensa búsqueda de opiniones en internet y te darás cuenta que este tema es como los colores, cada uno tiene su favorito y además hay verdaderas batallas lingüísticas porque el azul mola más que el rojo. Yo solo puedo contar mi experiencia con la UOC y la UNED y también tengo mi color favorito, el azul, lo que no significa que me tenga que gustar todos los tonos de azul.

Al principio me inscribí en la UNED. Eso de Universidad Nacional a Distancia me daba tranquilidad. Además como la conocía de toda la vida, debía ser la mejor, así que para que plantearme otras opciones. Tremendo error desde mi punto de vista. La UNED es una enorme y complicada organización burocrática con más de 250.000 estudiantes, 27 grados, 65 masters, 18 doctorados y mas de 600 cursos de formación. Numerosas sedes nacionales e internaciones, miles de profesores y catedráticos, varias plataformas informáticas de conexión para cuyo manejo necesitas cursar otro grado. Cientos de libros que curiosamente debes comprar porque están escritos por los mismos profesores que imparten las asignaturas. No existe un sistema de evaluación continua con un peso importante en la nota final o que directamente te exima de ir a examen, aunque si existen tutorías en los centros asociados que marcan el ritmo de estudio que deberías llevar. En mi caso, al no vivir cerca de un centro asociado y como el asignado no tenia tutorías online, el sistema funcionaba a base de mensajes en los foros. Tiene un punto muy positivo y es que el plan Bolonia aun no ha aterrizado del todo en la UNED y sigue existiendo la opción de ir a septiembre, algo es algo. En cuanto a los profesores, tuve de todo, algunos de ellos muy, muy entregados a sus alumnos, así que prefiero quedarme con el recuerdo de esos estupendos profesionales. Pero la sensación de soledad y de encontrarme atravesando el desierto a 50ºC, a pie, sin agua y envuelta en un traje de bolsas de basura negras, me hicieron pensar que me había equivocado, que el tren a mi tercera reencarnación ya había pasado y que me había quedado en la estación con cara de tonta.

Pero como si algo me distingue es la terquedad, me lance a la búsqueda de una solución. Fue ahí cuando me topé con el extenso campo de las universidades privadas. Tengo que decir que yo soy de una época muy prehistórica, donde todos estudiábamos en la universidad pública y solo algunos tenían la suerte de poder ir a una universidad privada  como la de Navarra para estudiar medicina, el ICADE para empresariales, el ICAI para las ramas de ingeniería o el CEU para el resto de licenciaturas. A partir de los noventa empezaron a aparecer un montón de universidades privadas de las que los estudiantes en mi época hacíamos muchas mofas. Eran las conocidas como “pinta y colorea”,  ya que si papi te pagaba la pasta que valían y juntabas las tapas de los yogures, salías con tu título bajo el brazo. Afortunadamente el desprestigio que tenían hizo que tuvieran que cambiar su filosofía y además de la pasta de papa, exigir también el cerebro del chico para acabar los estudios. Esta mala impresión me hacia bastante reacia a embarcarme en una universidad privada. En el caso de psicología hay muchas opciones en el mercado: UOC (Universitat Oberta de Catalunya), UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid), UNIR (Universidad Internacional de la Rioja), la UCAM (Universidad Católica de Murcia), la Universidad Isabel I o VIU (Valencian International University). Yo leí bastantes opiniones sobre cada una de ellas y terminé llegando a la conclusión de que todas son iguales de buenas o todas son iguales de malas, depende de quién te cuente su historia, ya que por ejemplo, una universidad puede tener una plataforma de conexión buena o mala en el mismo universo espacio-temporal, misterios de la física. Mi conclusión es que cada uno tenemos necesidades especiales y solo hay que buscar la que mejor se adapte a ti.

En mi caso, la universidad menos mala es la UOC. De su metodología me atrajo por un lado, la evaluación continua y por otro la posibilidad de hacer los exámenes virtualmente. Como os comentaba antes, estudiar por tu cuenta es muy difícil y yo necesito que estén detrás de mi con el látigo, marcándome periodos cortos de resultados. Además me he dado cuenta que trabajo mejor bajo presión. Cuando tengo plazos muy largos me confío y termino corriendo como pollo sin cabeza y corral tratando de poner un parche a meses de inactividad. Por eso, saber que cada tres semanas tengo que entregar una práctica hace que me ayude a centrarme y a no dormirme en los laureles. El otro tema importante son los exámenes. En mi caso, las fechas de enero y junio, coinciden con mi mayor carga laboral, por lo que es más fácil que los Reyes Magos me traigan a George Clooney con un lazo, que mi jefe me autorice las vacas para viajar a Madrid. Y ese era uno de los principales problemas que tenía en la UNED o con otras universidades privadas. En la UOC, si has superado la evaluación continua y eres residente en el extranjero puedes solicitar, previa presentación de la documentación que lo acredita, la realización de los exámenes online mediante un programa que se llama TeSLA. El software es una pasada y utiliza mecanismos de reconocimiento facial y de voz, junto con la detección de patrones de teclado y control contra el plagio. ¿Y esto en qué se traduce?, en que durante todo el tiempo que estás haciendo la prueba, tu cámara web conectada a la UOC, capta imágenes tuyas y analiza si realmente eres tú o tu hermano, así como los gestos o movimientos extraños que puedas hacer, como mirar apuntes, otros lugares que no sea el teclado o la pantalla… Para mi se tradujo en un estrés terrible porque la tecnología fallase y no pudiese entregar a tiempo la prueba, pero sin duda, me merece la pena esos nervios porque es la única forma que tengo de presentar el examen.

La UOC también tiene cosas que no me gustan, pero quizás la que más me molesta es la gran cantidad de asignaturas de tres créditos (ECTS) que tenemos y que es una particularidad absurda de esta universidad. Esto tiene tres efectos negativos para el estudiante, el primero a nivel de convalidaciones, el segundo en cuanto a la carga lectiva y por último en la duración total de la carrera. ¿Habéis visto que en los aeropuertos, cuando queréis salir de la terminal de llegadas para recoger vuestro equipaje que hay unas puertas que os indican que una vez franqueadas no hay vuelta atrás?, pues eso mismo sucede con la UOC, una vez que empiezas, hay que morir matando, es decir, tienes que graduarte aquí. Esto es debido a estas famosas asignaturas de tres créditos. Como ninguna universidad española y dudo que alguna del mundo tenga esta tontería, nadie, absolutamente nadie os va a convalidar una asignatura de este tipo en caso de que quieras abandonar la secta. Por otro lado, cualquiera pensaría, que si el número normal de créditos para una asignatura es de seis, si estudiamos una de tres, la carga lectiva será la mitad. Aquí es donde nuestro rector, Josep A. Planell Estany, nos pega el muñequito de inocente, inocente en la chepa. Y para finalizar, como esos créditos no se corresponden con la carga lectiva, lo normal es que sea más duro tomar todas las asignaturas que corresponden a tu semestre y por los tanto tengas que invertir más tiempo en acabar la carrera. Actualmente hay una campaña en http://www.change.org pidiendo la supresión de estas asignaturas, así como una reorganización del plan de estudios para equipáralo al resto de las universidades españolas. Desde aquí te animo a que firmes a ver si conseguimos este cambio. ¡Vaya por Dios, hasta Noruega llegan las risas de la directora del grado de psicología, Anna Gálvez Mozo!

Revisión del plan de estudios del grado de Psicología: ¡No a las asignaturas de 3 ects!

2 comentarios sobre “UNED 0 – 1 UOC

  1. Bueno, veo que esta vez no has sido tan sincera. Tuviste que olvidar el GYM? Pero hace cuantos años? Pero ya hablando mas seriamente creo que la UNED tendría que saber competir. Muchas veces las entidades mas prestigiosas viven de las glorias pasadas y no se dan cuenta que llega un día en que se quedan atrás. En cuanto a la otra universidad, revisando los otros grados no deja de ser curioso, por llamarlo de alguna forma, la idea de poner tantas asignaturas de tres créditos, Cuál será el motivo? Si fuese mal pensado diría que dinero, porque evidentemente no valen la mitad que las de 6 créditos, pero me imagino que me equivoco y debe ser algo mas altruista. Me quedo aun así con tu opinión, en esencia porque concuerdo con ella, ya sabes como nos gustan los que opinan igual que nosotros.

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    1. Y lo bien que me había quedado lo del gym????, que sepas que hasta me cansé escribiéndolo…, alguna caloría perdí… El tema pesetero lo hemos pensado todos. En realidad, el precio del crédito es el mismo, lo multipliques por 3 o por 6, son los conceptos satélites que te aplican por asignatura lo que hace que estén ganando dinero a costa de este estúpido sistema. Sin contar que, si tienes que emplear más años de los que te corresponden porque es muy difícil sacar el grado en 4 años, por cada año de más también suman conceptos de secretaría, seguros… Por otro lado, cuantas más asignaturas, más posibilidades de suspender. Te recuerdo que por cada matrícula solo te puedes presentar una vez…, como ves entre pillos anda el juego.

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