Publicado en CRIMINAL PROFILING, CURSOS, UNED

Criminal Profiling

 

Mi televisión tiene un problema. Solo sintoniza, tres tipos de programas: “Crímenes imperfectos” y similares; “Mayday, catástrofes aéreas” y otros del estilo, como “Segundos catastróficos”; y “Amar es para siempre”. Ya sé que con la confesión que acabo de hacer sobre la telenovela de Antena3 he destrozado mi imagen pública, pero no lo puedo remediar, en cuanto veo que Manolita, después de haber tenido tropecientos niños está más joven que su hija o que Jaime y Nuria son hermanos pero se tienen ganas, mi mente se queda en blanco y durante 40 minutos al día no pienso en lo malo o en lo bueno de la vida.

Pasando por alto este pequeño desliz, debo confesar que me encantan los documentales de asesinatos, que no es lo mismo que las series de asesinatos. No entiendo como a la gente le gusta ver al fantasma de Grisson en CSI cuando se pueden ver muertos de verdad, con fotos incluidas, en “Crímenes imperfectos”. El caso es que me gustan todos los documentales sangrientos, los americanos, los ingleses, los franceses y hasta los españoles. Cuanta más sangre y más malo sea el asesino, más me gusta el documental.

A veces pienso que más vale que nadie sea asesinado a mi alrededor, porque seguro, seguro que estaré en el ojo del huracán si la policía ve el historial de mi ordenador. Mis hijos, que ya están acostumbrados a ver como preparo la cena entre sangre, vísceras y detenciones, me preguntan por qué me gustan tanto este tipo de programas. Y siempre respondo lo mismo: porque me asombra la maldad del hombre. Ahí fuera, hay gente realmente mala, con unas mentalidades muy, muy retorcidas, que no hay psicólogo que pueda arreglar. Hay asesinos tremendamente inteligentes y atractivos como Ted Bundy y otros tontos y brutos como Ed Gein, pero sea como sea su coeficiente intelectual, tienen algo en común, les faltan muuuuchos tornillos.

Otra cosa que me encanta de este mundillo sórdido, es el estudio psicológico de los criminales. Resulta que tenemos a un violador en serie y los perfiladores del FBI son capaces de decir que el criminal es un varón blanco, caucásico, calvo, de ojos azules, de entre 30-35 años, casado, con hijos pequeños, que vive en tal zona, que viste con colores claros y hace punto cuando no viola. Y cuando te lo cuentan, te partes de risa pensando que el elemento en cuestión teje bufandas en las largas tardes de invierno al calor de la chimenea. Pues cuando detienen al tipo, aparece con la cara cubierta por un gorro y una bufanda a juego, monísimos, que se ha hecho él mismo en las largas tardes de invierno al calor de la chimenea. Y se te queda cara de tonta pensado en cómo lo hacen. Seguro, seguro que hacen el perfil después de detenerlo y con la excusa del secreto de sumario no lo pueden publicar antes, sino, no lo entiendo.

Pero este tipo de trabajo no es exclusivo de Estados Unidos. En España también tenemos perfiladores psicológicos, de entre los que el más conocido es Vicente Garrido. Su estilo es distinto al de los americanos porque “Spain is different” y por lo tanto nuestros crímenes también son diferentes. Los mediterráneos somos más temperamentales y pasionales, nos va más el estilo Puerto Hurraco que el satánico de Charles Manson.

Con este historial delictivo a mis espaldas y todo un master en luminol, envenenamientos por talio y pruebas de ADN, no daba crédito cuando vi anunciado en la página de la UNED un curso llamado “Criminal Profiling”. Por fin podría colgar en la pared un título que avalase todos mis años de investigación a través de la Sexta y YouTube. Así que no me lo pensé y me matriculé.

El curso de “Criminal Profiling” está organizado por la UNED de Pontevedra. No necesita una cualificación académica o laboral específica, por lo que es apto para todos los públicos con estómago para aguantar el tema. El año pasado se impartió en el mes de diciembre y consta de 20 horas lectivas (1 crédito ECTS o 2 créditos de libre configuración) distribuidas en cuatro sesiones. A parte de la modalidad presencial puedes cursarlo online, conectándote a la plataforma Alf de la universidad. Los ponentes retransmiten en formato videoconferencia y mediante un chat, puedes hacer preguntas que van contestando. Los asistentes por streaming teníamos que enviar un mail al inicio y al final de la clase para que nos contabilizasen la asistencia, ya que debes acreditar que has atendido a un mínimo del 90% de las horas lectivas. Pero creedme, es tan interesante, que se os hará muy corto.

Otro punto interesante es el precio, solo 40 euros. Es bastante barato teniendo en cuenta la calidad de los ponentes, el material y que al final, si asistes y haces los deberes, obtienes un título expedido por la UNED. Para la obtención de la certificación de la UNED, debes asistir un mínimo de 80% horas lectivas y entregar un trabajo sobre un artículo o película relacionado con la temática del curso. El curso también ofrece la posibilidad de obtener el diploma de la AGASP (Academia Gallega de Seguridad Pública) y para ello el mínimo de horas de asistencia es de 90% y a parte de entregar el trabajo, hay que aprobar un examen tipo test de 30 preguntas sobre el temario. Cada pregunta consta de cuatro opciones. Por cada tres respuestas mal, se descuenta una bien y las respuestas en blanco no se contabilizan. El examen es bastante asequible, así que no os angustiéis. En cuanto al trabajo, yo presente el caso de Robert Joseph Long, un “simpático” muchacho que asesino al menos a nueve chicas y secuestro y violó a otra durante más de 24 horas, hasta que logró escapar. Escogí este asesino por la gran cantidad de información que existe sobre él en forma de documentales, lo que me permitió ver el mismo caso desde diferentes puntos de vista y así analizar todas las perspectivas y premisas que se trataban durante el curso. Si os gustan los datos y las fotos morbosas, os invito a leer el trabajo que os dejare colgado en el menú de cursos. Perdonadme que no comparta el material que nos dieron en el curso, por cuestiones de vergüenza y respeto al trabajo de otros. No obstante si tenéis inquietud y queréis ampliar vuestro conocimiento en este tema, solo tenéis que pedir por esa boquita.

Los ponentes de este curso eran: Ana del Valle Couto, profesora de derecho internacional que nos hizo una introducción a los perfiles criminológicos, las escenas del crimen, el modus operandi y las firmas de los asesinos; Francisco Javier Quiroga Paredes, jefe de grupo de delitos contra las personas y homicidios de la Guardia Civil de Pontevedra, encargado de hablar sobre como las inspecciones oculares ayudan a determinar los perfiles criminales desde un punto de vista práctico; y María Penado Abilleira, doctora en psicología clínica, legal y forense, que nos habló de lo que pasa por la mente del asesino.

El sargento Quiroga, es todo un personaje. Es un investigador de esos que se las saben todas solo con echar un vistazo a la escena, no porque sea muy listo, que también, sino porque está curtido de tanto tratar con malos. Nos mostró dos casos reales y a partir de las fotografías y los indicios que recogieron en la escena del crimen, fuimos deduciendo, cual Hércules Poirot, que había sucedido, quienes fueron los asesinos, los motivos y como se desarrollaron los acontecimientos. Ya solo por ver a Quiroga en acción, mereció la pena el curso.

Pero sin duda, mi parte favorita fue la que impartió María Penado. Tratamos en profundidad el concepto de psicópata, una palabra que está de moda en nuestro vocabulario, pero cuyo significado en profundidad pocas personas conocen. Según el doctor Hervey Cleckley (1941), los psicópatas son individuos con conductas agresivas e irresponsables que se caracterizan por:

  • Encanto superficial e inteligencia.
  • Ausencia de delirios u otros signos de pensamiento no racional.
  • Ausencia de nerviosismo o manifestaciones psiconeuróticas.
  • Escasa fiabilidad.
  • Falsedad o falta de sinceridad.
  • Falta de remordimiento y vergüenza.
  • Conducta antisocial sin un motivo que la justifique.
  • Juicio deficiente y dificultad para aprender de la experiencia.
  • Egocentrismo patológico y carencia de empatía.
  • Pobreza generalizada en las principales relaciones afectivas.
  • Pérdida específica de intuición.
  • Insensibilidad en las relaciones interpersonales generales.
  • Conducta extravagante y desagradable bajo los efectos del alcohol y, a veces, sin él.
  • Amenazas de suicidio raramente consumadas.
  • Vida sexual impersonal, frívola y poco estable.
  • Incapacidad para seguir cualquier plan de vida.

Os propongo un ejercicio de autorreflexión: ¿cuántos de vosotros cumplís alguna de una de estas características?. Por favor, no lo digáis en alto. Uffff, increíble, ¿verdad?, estáis todos de atar…

Dejando las bromas aparte, podemos intuir que según esta definición, un psicópata, no es solo aquella persona que mata y disfruta matando. También es un psicópata aquel compañero de trabajo, amigo o pareja, sea de la clase social y cultural que sea, que no es capaz de experimentar remordimiento o sensación de culpa ante algo incorrecto que hace deliberadamente. Son psicópatas aquellos que confunden empatía con simpatía, y que con tanta confusión en su cabeza, ni la han experimentado ni serán capaces de hacerlo en su vida. También son psicópatas la personas que denominamos “encantadores de serpientes”, que ocupan enormes despachos con secretarias siliconadas a los que le importa un pimiento echar de su casa a una pareja de viejitos de ochenta años, porque su hijo psicópata puso como aval del préstamo, el pisito de sesenta metros cuadrados pagado con el esfuerzo de toda una vida de sacrificio y que luego no devolvió al banco. ¿Os suena alguien así?, seguro que todos conocemos un caso cercano. Pues estos, también son psicópatas, aunque vayan de traje, luzcan guapas, simpáticas y nunca maten a nadie.

Una vez aclarado el concepto principal del módulo, hicimos un recorrido por las características de los diferentes tipos de delincuentes:

  • Delincuentes económicos o de cuello blanco, como Jordan R. Belfort, en cuya vida está basada la película “El lobo de Wall Street”.
  • Agresores y homicidas sexuales, como Torres Baena, el conocido karateca canario que resultó ser un pederasta sexual.
  • Secuestradores, como Wolfgang Přiklopi, que secuestró con sólo diez años a Natascha Kampusch, a la que tuvo en cautiverio durante más de ocho años.
  • Asesinos en masa, como Andreas Lubitz que fue el copiloto responsable del accidente de Germanwings que terminó con la muerte de 150 personas en los Alpes.
  • Spreekillers o asesinos frenéticos, como el caso de Anders Breivik que asesinó a 77 personas e hirió a más de un centenar entre la explosión de Oslo y el tiroteo de la isla noruega de Utøya, en 2011.
  • Asesinos en serie como David Berkowitz, también conocido como “El hijo de Sam” que asesino a seis personas entre 1976 y 1977 porque un demonio que poseyó al perro de su vecino se lo ordenó. Vamos que estaba como un cencerro.
  • Mujeres asesinas como Aileen Carol Wuornos, cuya vida pudimos ver en la película “Monster” interpretada por Charlize Theron, que mató a siete hombres que, según su versión, trataron de violarla.

Como veis, el curso es muy, muy interesante. Si os gusta este mundo, no dudéis en estar pendientes para las próximas convocatorias a través de la pagina de los cursos de extensión universitaria de la UNED (https://extension.uned.es) donde se publicaran las fechas de los nuevos cursos.

Y sin más os dejo, voy a ver si detenemos a algún malo en “Crímenes en la red” y recordad, no hagáis amiguitos por internet, son muy traviesos….

6 comentarios sobre “Criminal Profiling

  1. Si alguien, en aquellos años de bachiller adolescente, me hubiera pedido que señalase cual de mis compañeros de clase terminaría disfrutando del estudio de psicópatas y asesinos en serie y además lo contaría con gracia te prometo que, bajo ningún concepto te hubiera señalado a ti.

    Hoy he disfrutado especialmente del post, me he reído con la historia del violador de la bufanda de punto y he visto en el Sargento Quiroga un claro personaje de novela negra. (Te recomiendo «La playa de los ahogados» si te gusta el género. No hay mucha sangre, y la que hay es de pescado, pero los personajes están muy bien dibujados).

    Una semana más me has sorprendido muy gratamente.

    Me estoy planteando muy seriamente iniciar una carrera como asesino en serie para que empieces a escribir «The M files». Te concedo la exclusiva.

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    1. Ayyyyy Morita, Morita, mogollón de años en la lista detrás de tí, observando tus movimientos en la sombra y no conocías mi lado más perverso?????. En realidad, en aquel entonces era muy blandita, lo más cruel que leía era a Agatha Christie. Mi vena oscura se despertó cuando vivía en Venezuela. Descubrí la televisión por cable con cientos de canales, algunos temáticos y cuando volvía del banco, me quitaba el estrés del día viendo asesinatos. Ahora que lo pienso, visto desde el punto psicológico es preocupante…

      En cuanto al libro, me lo he leído. Recuerdo que lo compre en el Carrefour hace muchos años y me gusto mucho. Es muy asfixiante, pero refleja muy bien el ambiente gallego con ese carácter tan introspectivo. Creo que han hecho una peli hace poco, pero no la he visto, aunque ahora que me lo has recordado, me la apunto para ver.

      ¿Por cierto, cuando empezamos con «The M files»?, no seriamos los primeros. Precisamente hace un par de semanas en un podcast que sigo, Alicia en el Pais de los Horrores (muy recomendable), dedicaron una sección del programa a contar casos de periodistas asesinos, que mataban para luego escribir reportajes (información de primera mano). Y otro caso muy conocido es el de Anne Perry, la escritora de novela negra. Perry, que en realidad se llama Juliet Marion Hulme, mató junto a una amiga, a la madre de la amiga a garrotazo limpio, cuando solo tenia 16 años. La condenaron a muerte, pero como era menor de edad, a los cinco años estaba en la calle y mira ahora, escritora de éxito, para que luego digan que no existe la reinserción…

      Muchas gracias por leerme.

      Un beso

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  2. Con la carita de buena que tienes, y que te vayan estas cosas… Aunque te confieso que yo soy más de documentales (o pelis) de casquería que de Amar es para siempre….
    Es curiosa la maldad, pero, ¿el psicópata nace o se hace?
    Bss

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    1. Hola Ana, es el turno de comentar tu post sobre… (se llaman post? Quizás no, y yo estoy asumiendo que sí) el caso, que me queda comentar el que trata de tu curso de criminología y tu perversa afición a ver como matan chicas. Bueno, quizás estoy haciendo transferencia y es en realidad a mí a quien le gusta ver como matan chicas, porque, sí, lo confieso, también me encantan los programas de crímenes. Como me gusta mucho creo que tendría que comentar primero lo que va de tus aficiones, que como siempre me hace reír, a ver crímenes y luego el que va del curso y sobretodo tu asesino escogido.
      Qué se puede decir de los programas de crímenes?. Son realmente documentales? O es una forma de enmascarar la afición morbosa que tenemos a ver sufrir a los demás? En defensa de los aficionados me pregunto, a quién no le gusta ver sufrir a los otros cuando estamos calentitos y tranquilos y ya hemos subido nuestra PEC y vemos la WEB colapsada y la pelea sin cuartel que se desata entre los que tienen que subirla en el último instante? Pero también debo reconocer que no es cierto, no me gusta el sufrimiento y he llegado a esa conclusión tras ver los diferentes documentales.
      Antes quiero decir que bondadosamente experimente con mis hijos. Cuando eran pequeños, si ellos lo pedían, ( que está muy feo obligarlos) les dejaba ver películas de terror, hombre, no tan pequeños, a los 7 años una niña puede ver el resplandor, verdad? El caso, considerando la sabiduría vox populi que asegura que el ver violencia y crudeza en la tele es la causa de los asesinos, mi hija tendría que serlo, pero te puedo asegurar que es tan buena y pacifica como puede ser cualquier mujer muy inteligente. O sea, muy peligrosa, pero incapaz de desarrollar violencia y con una profunda empatía hacia los que sufren. Además si fuese la costumbre y exposición a la violencia la causa de la psicopatía, tendríamos que asumir que los actores que hacen de asesinos en películas podrían hacerlo en la realidad, acostumbrados como están a la sangre, gritos y acciones de extrema violencia. Que no digo que no, pero no me imagino a Hopkins como el asesino de Long Island, más que nada por lo viejo. Quizás Nicholson? El caso, para no divagar, que aunque como mencionas hay documentales de todos los países (excepto los escandinavos que en vista de la poca creatividad de sus asesinos nos tienen saturados con libros y series) y la diferencia entre los investigadores de unos y otros países me ha demostrado que no sirvo para sufrir. Tengo que decirlo y espero que no se molesten los británicos (en general les importa un pimiento la opinión de los demás), pero, es increíble la inoperancia, incapacidad, dejadez y estupidez de la policía británica y me he dado cuenta que termino de los nervios y en un estado de indignación de lo más ridículo considerando el poco caso que hace la televisión a mis insultos cuando veo que gracias a la pereza de Scotland Yard y los Bobbies matan a 3 o 4 chicas más. No puedo con ello, de acuerdo contigo, me parece incompresible y me atrae la mente retorcida de los asesinos, pero como en los años 40 y 50 en Hollywood y hoy en día en los masajes chinos, quiero un final feliz y cuanto más pronto mejor. Los documentales españoles? Bueno, cuando no sale el productor y director del programa habla que te habla, muestra la manera Sui generis (estoy de lo culto, que no me lo creo ni yo) de investigar que tiene la Guardia Civil y la Policía españolas, pero los pillan, y rápido. Está bien el de Garrido, aunque si le ponen a sacar el perfil criminal de casos en que todos sabemos quién es el asesino, pues, no se puede lucir mucho (podría haberse lucido más en los casos de depredadores sin motivos y no lo hizo, pero dejémoslo). Los franceses se parecen a los españoles, un poco más torpes (increíble, pero sí) pero con una justicia muy similar, más preocupada por el asesino que por las víctimas. Los italianos son muy parecidos a los españoles (empezando porque todo el pueblo sabe quién fue). Los australianos asustan, con un continente tan poco poblado, pueden hacer lo que quieran, el paraíso para dejar cadáveres dispersos. Los alemanes? Mejor es que no te ataquen, si dependes de que vaya la policía, espera sentada, parecen noruegos. Los americanos? Bueno, quién puede negar que Forensic files es sencillamente el mejor. Hay de todas formas todo tipos de programas, creo que están por estrenar en el Canal Historia el que muestra las irrefutables pruebas de que Jack el destripador era un alienígena. Y por desgracia estamos llenos de realities, parece que nos sentimos más cerca a la estupidez de la gente común que el ver a un investigador inteligente.
      Podría ver series de ficción? Será envidia, pero es que… he visto al prota de CSI (una de tantas) coger un pelo de la escena y decir, este pelo rubio tiene el mismo tinte que el pelo de la señora tal y además coincide con el ADN ribonucleico de su madre. Coño!!!! Qué tiene en los ojos? Un espectrómetro de masas y enzimas para la reacción en cadena de la polimerasa? Las escandinavas no están mal, es cierto, contrasta lo creativo de sus asesinos de ficción con lo bruto que son los reales, pero todos tienen un gran toque de Nazis eso sí, Ya si le pusieran nombres un poco más cortos a las pelis podríamos recomendarlas, pero ahora ya confundo si la chica del bidón era la que hablaba la lengua de las mariposas en el departamento 2D o si era en el Q.
      Sin embargo si me gusta ver la diferencia que tienen los directores al dramatizar un asesino. Por ejemplo el que nombras: Ed Gein, (espero que los familiares de la señora Bernice no hayan visto la foto en internet) recreado por muchos, desde el moñas de Hitchcok, (ya, sacrilegio, pero no soporto que me explique las cosas, déjeme señor, que soy feliz en mi ignorancia) hasta el sádico de Nispel, pasando por la que probablemente sea la película que más me gusta de investigación policial, The silence of the lambs (no me gusta la traducción, creo que el Lamb es de Inocente, pero quien soy yo para corregir a los torpes ignorantes que ponen los títulos en español). Pero me gusta la parte de los perfiladores no el Hannibal, otra vez es envidia, pero es que no entiendo, ese señor, pinta como Canaletto, deduce como Brussel (el psiquiatra que predijo que Mad Bomber llevaría un traje cruzado) y además se deshace de las esposas como MacGyver, y paso no tener los dos primeros dones, pero a mí me costó mucho tiempo y dinero el divorcio y que quieres, me da envidia.

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    2. Pues has puesto el dedo en la llaga. Hay opiniones para todos y es un tema muy controvertido pero los últimos estudios científicos apuntan a que la psicopatía puede tener ciertos rasgos genéticos, ya que parece ser que el cerebro de un psicópata no se desarrolla de la misma forma que uno normal. Hay un medico, el Dr Kiehl que dedica su tiempo al estudio de las diferencias en el cerebro entre las personas psicópatas y no-psicopatas. Por sus manos han pasado los sesos de Brian Dugan, que violó y asesino a una niña y al prenda le daba igual. Según los scanners, estos individuos muestran una falta de desarrollo en ciertas regiones del sistema paralímbico, responsables de los sentimientos de empatía y culpa. Por eso, se piensa que vienen con un «defecto de fábrica» y que determinados factores ambientales pueden actuar como desencadenantes de estas acciones.

      Muchas gracias por tu tiempo.

      Un beso.

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  3. Te había prometido comentar tu trabajo. Lástima que no te puedas extender y bromear, pero me imagino que tenía unos requerimientos de espacio, Las fotos molan. Me parece, pero no quiero pecar de conspirativo, que en este programa solo salen fotos de las chicas cuando son prostitutas, aunque la razón puede ser que no hay familiares que reclaman y no puedo asegurarte que sea verdad.
    En la carrera que yo me inscribí e incluso acabé, definían inteligencia como la adaptación al medio, pretendiendo que éramos muy amplios y lo mismo considerábamos una ostra que a los que parecíamos ostras. Así, se consideraba que la dichosa ostra era inteligente si por los mecanismos que fuse que ponía en práctica sobrevivía. Claro, la ostra (las ostras son muy populares en esta carrera, hasta hay empresas!) no tenía que preocuparse porque un oso polar la persiguiese, porque por lo general en la naturaleza, los animales no suelen matar porque sí, solo pa’ comer, así que, con no ponerse en el camino de estrellas, cangrejos y nutrias cargadas de piedras, se podían considerar más o menos a salvo, pero, claro, qué hace uno si lo matan porque sí? El caso, que una extensión de esa definición de inteligencia es ser consciente de las consecuencias de tus actos, y desde luego, como dice el señor Garrido, es imposible hacerlo en ciertas circunstancias. Cómo escapar de seres con cerebros primitivos, entendiendo estos seres, como los que solo viven para el viernes; emborracharse, drogarse y si hay suerte, aparearse, a las buenas o las malas y si no hay suerte, zurrar a la parienta por ser la única que debe dejarse aparear. En otras palabras, el 90% de la población afortunada. Te imaginas un mundo en que todos hiciésemos lo que tanto deseamos cuando vamos conduciendo? O sea, matar a los demás porque se interponen en nuestro camino? Es fácil ponerse en el lugar de un asesino en serie, una mente primitiva que piensa que tiene derecho a hacer lo que desea y con suficiente astucia como para no hacerlo abiertamente. Pero en general es lo que todos deseamos. Decía Celine, con su positivismo, que una de las peores experiencias es estar rodeado de personas que te quieren matar, y que por circunstancias especiales lo pudiesen hacer, porque, decía él, todos los días, sea en el metro o en cualquier otro sitio, millones de personas nos desean cordialmente la muerte y si no hubiese consecuencias, lo harían. Russel entrevistaba a los excombatientes y muchos confesaban, después de dejar de fingir, que echaban de menos la guerra, en la que con la excusa de que no hay mañana, tampoco hay consecuencias, o sea, el paraíso, matar y aparearse, con el solo inconveniente de que te quieren matar, claro.
    Qué le pasará a un tipo como este Bobbie Long? Según su mujer era normal hasta que sufrió un fuerte golpe en la cabeza y entonces decidió empezar a violar y luego a matar, Bueno, el criterio de la mujer, no es que sea muy importante, más preocupada por, que van a pensar de mí, pobre víctima, que en lo que realmente les paso a esas 9 chicas y a las más de 50 que violó. Mejor será que no sepan que me acostaba con un asesino en serie, así que con decir que antes no lo era, es suficiente. Señora que si su criterios es como el que tuvo al elegir marido, pues mejor quédese callada.
    Perfilar a este Bobbie es difícil, la verdad si no lo pilla la chica esta que le salió más inteligente y valiente que todos los policías juntos, hubiese sido muy difícil.

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